Talleres online del CAM: El testimonio de los “adultos mayores 2.0” de Peñalolén

Yoga, teatro y cocina son algunas de las actividades que continuaron durante la pandemia. Sus participantes coinciden en que les permitió enfrentar mejor la soledad y el encierro.

Hasta marzo de este año eran los entusiastas participantes de los distintos talleres presenciales organizados por el Centro del Adulto Mayor de Peñalolén. Pero ya declarada la pandemia, debieron confinarse en sus casas y en muchos casos se vieron obligados a dejar de ver durante mucho tiempo a sus seres queridos. Y a eso se sumó el temor, porque al mismo tiempo son el principal grupo de riesgo del covid-19.

Esta fue la realidad que enfrentaron decenas de adultos mayores de la comuna. Sin embargo el CAM tomó rápidamente cartas en el asunto y llevó la gran mayoría de sus talleres al formato digital. Era necesario seguir acompañándolos, seguir permitiéndolePágs interactuar, mantener la unidad de su grupo, y definitivamente combatir la soledad y lograr que olvidaran por un momento el encierro.

Al comienzo no fue fácil, sobre todo para quienes no estaban familiarizados con el uso de nuevas tecnologías. “Tenemos celular y lo usamos para llamar y que nos llamen, pero esto nos obligó a aprender. Nosotros los adultos mayores somos reticentes a subirnos al carro de las tecnologías, pero nos hemos dado cuenta que ha sido todo ganancia, porque además hemos aprendido a usar otras herramientas”, dice Issa Campos, quien junto a su esposo Osvaldo Cruz, participa en el taller de Teatro, donde durante estos meses han preparado desde noticiarios hasta cápsulas de humor en las que han tenido que caracterizarse.

“La pandemia nos confinó a cada uno en nuestros hogares y los adultos mayores nos quedamos muy solos, entonces ha sido una instancia de compartir con los compañeros y las compañeras, intercambiar puntos de vista, saber cómo estamos. El profesor nos ha instado a conocer más, no sabíamos grabar, nos enseñó a hacer grabaciones, aprendimos a entrar a Zoom y muchas otras cosas”, dijo.

Enfrentar la soledad

Marina Godoy es la cuidadora de su marido enfermo y cuenta que asistir al taller de alimentación saludable  le permitía distraerse, compartir con otras personas y tener un momento para dedicar a ella misma. Por eso acusó el golpe del encierro, y se alegró mucho también  de tener la posibilidad de seguir participando de forma online. “Esto ayuda y distrae, que es lo importante en mi caso, porque yo llegué por terapia. Conversar con otras personas es súper importante, porque la soledad no es buena consejera y ahora he mantenido el contacto por Whatsapp. Ha sido muy bueno, porque cuando estás cuidando a una persona enferma la soledad es mucho mayor”.

Es la misma sensación que tienen Cristina Acevedo y Netoscka Jachowski, quienes participan en los  talleres de cocina, de Yoga y también baile. Ellas afortunadamente ya estaban familiarizadas con las nuevas tecnologías, lo que les permitió hacer este tránsito con mayor facilidad.

Cristina reconoce eso sí que al principio fue triste pasar a lo digital, “pero  yo tengo una cierta capacidad de resiliencia y trato de buscar la forma de salir adelante, y en este caso me refugié en el ejercicio físico que hago mucho a través de Youtube, con las clases de Yoga, de baile y de gimnasia aeróbica. También  leo, cocino, estudio inglés y siempre me mantengo ocupada. Creo que es la mejor forma de salir adelante y no pensar tanto. Esto nos ha permitido seguir conectados con nuestros pares, con nuestras profesoras que también las queremos mucho, y mantenernos en contacto con otra gente creo que eso también ayuda a no caer en depresión en esta situación”.

Netoscka, por su parte, no tuvo problemas con la tecnología. La ayudó ser ingeniera en sonido y también su costumbre de comunicarse por videoconferencia con su hija que vive en el extranjero. “Yo soy optimista  con los nuevos sistemas, y esto ha sido tremendamente beneficioso porque nos ha puesto en contacto a los compañeros y compañeras. Ahora estamos más liberados, pero nos ayudó mucho durante el confinamiento.  Para los adultos mayores todo esto ha sido súper difícil y complicado. Tengo compañeras que no lo están pasando bien, algunas están enfermas, otras están depresivas, entonces hay que conversar, hablar y ver la forma también de ayudar y transmitírselo al Municipio. Es la forma, no hay otra”.